Doctor Zhivago

En esta sección vamos a analizar esta película que fue rodada casi íntegramente en España, y en su mayor parte en los campos sorianos.

Primeramente contaremos un poco de lo que supuso esta película para Soria, así como el rodaje y las curiosidades de él. Al principio de la página podremos ver capturas de la película con todos los lugares rodados en Soria y Madrid.

Los escenarios

(…)La fase más problemática de toda la producción fue la búsqueda de localizaciones; sobre todo, porque no se sabía en qué país se podría rodar con ciertas garantías de éxito. Desechada la opción de filmar en Rusia (la novela estaba prohibida en ese país), David Lean, el director del filme, y el diseñador de producción John Box tantearon la posibilidad de ir a Yugoslavia, pero el director británico decidió que ese país no funcionaba y que una producción tan compleja necesitaría de una infraestructura que allí no encontrarían. Más tarde se tanteó Finlandia, por sus paisajes nevados muy semejantes a la estepa siberiana, pero pronto se vio que un rodaje permanentemente bajo cero iba a ocasionar demasiados trastornos, aparte de que la historia acontecía en casi todas las estaciones del año.

Después de recorrer cerca de 15.000 kms. y patear distintos países, John Box dio al fin con la solución: rodarían en España. Como argumentaba el propio Box muchos años después: “España tenía estudios cerca de unos paisajes adecuados para Zhivago. Tenía el tamaño, la escala necesaria. Había locomotoras, había extras y había trabajos muy sofisticados, tanto de construcción como de técnicos”. Y así se hizo. A las afueras de Madrid, en Canillas, se construyeron los enormes decorados que reconstruían la calle central de Moscú, con el Kremlin al fondo y la casa de los Gromeko al otro lado. También se levantó en ese pueblo la zona más humilde de Moscú, donde vive Lara. Ochocientos obreros tardaron seis meses en terminar todos los escenarios.

Mientras tanto, en Soria se preparaban los decorados en los que se rodarían todas las escenas con nieve. Los pronósticos anunciaban nevadas abundantes en ese invierno, por lo que se decidió empezar el rodaje en Madrid, con las escenas ambientadas en Moscú, a la espera de que llegasen las nieves a tierras numantinas.

El rodaje

¡Sin nieve en Siberia!

La filmación empezó el 28 de diciembre de 1964, y avanzó a buen ritmo durante las primeras cuatro semanas. Pero a finales de febrero de 1965 se estaban acabando las escenas moscovitas y no había ni rastro de nieve en Soria. En el mes de marzo llegaron las primeras nevadas, pero en cantidades muy pequeñas. Fue el invierno más templado que había conocido España en mucho tiempo. Y hubo que buscar soluciones drásticas.

John Box había preparado una fantástica mansión congelada para recrear las escenas en las que Lara y Yuri pasan sus últimos días juntos: una mansión llena de magia y misterio que se suponía iba a ser el escenario más impactante y emotivo. Como no llegaba la nieve, el diseñador de producción tuvo que ingeniárselas para que el palacio pareciera realmente helado: “Pedí al encargado cubos de cera blanca muy caliente y fui por todas partes echándola sobre los objetos, los muebles y todo; y cuando tenía el aspecto deseado, lo rociamos de agua helada. Y funcionó”. Además de esto, hubo que recurrir a otros trucos para simular la nieve de exteriores, como toneladas de polvo de mármol sobre las áridas estepas sorianas, o plásticos extendidos que en la lejanía hacían el efecto de la nieve.

Llegó el mes de junio y la filmación continuaba. Muchos de los actores recuerdan el suplicio que suponía rodar con enormes prendas de abrigo en pleno verano: se filmaban simultáneamente diversas escenas que transcurrían en distintas estaciones del año, y algunas secuencias invernales se rodaron a 40 grados de temperatura.

Soria entera vivió con apasionado interés el rodaje de toda la película y su extraordinaria recreación histórica. Para las escenas del tren se alquilaron tres locomotoras antiguas de vapor y 60 vagones ya desechados. Cuando vemos las escenas en la casa de Baríkino, debemos saber que estamos en Soria. Esto fue curioso. Se necesitaban pasajes de estepa, pero que tuvieran nieve. Se les prometió a todo el equipo que en Soria nevaría ese invierno, con total seguridad. Y justo aquel invierno no cayó en Soria ni un solo copo. Las colinas que hay al fondo de la casa de Barikino, parecen nevadas… pero atención porque la película tenía efectos especiales: Colocaron plásticos que al reflejar la luz del sol, daban la impresión de superficie nevada o helada. Y ahora nos metemos en la mansión de los Zhivago en Barikino: ¿Quién no recuerda los enormes churretones de hielo dentro de la casa? Lo curioso, es que no es hilo sino cera derretida con la que rociaron toda la casa, y lo cierto es que da el pego porque está muy bien conseguido. Por cierto que la nieve del exterior que rodea a la casa es mármol blanco en polvo. 

Un detalle macabro: El tren que lleva a Barikino a la familia de Zhivago, pasan por un pueblo arrasado por Strenikov (Villar del Campo) y una mujer con un bebe en brazos intenta subir al tren. La secuencia se rodó sin trampa ni cartón y cuando la mujer quiso subir, quedó enganchada, no pudiendo subir con el tren en marcha. Cayó sobre la vía y las ruedas le pasaron por encima de las piernas, por lo que hubieron de amputárselas. David Lean no interrumpió el rodaje, aunque dicen que llamaba al hospital diariamente.

Tras diez meses de intenso rodaje, el 7 de octubre de 1965 terminó la filmación. Y las casi 31 horas de cinta impresionada se convirtieron en 200 minutos en tan sólo ocho semanas. El 22 de diciembre de 1965 se estrenó la película en Estados Unidos, y en abril del año siguiente en Inglaterra. Cuando a finales de octubre de 1966 se estrenó en España, todo el mundo fue a verla. Algunos, porque los diálogos habían sido doblados por Miguel Delibes, que estaba entonces en la cresta de la ola; pero la mayoría, por verse en las secuencias de masas, por ver en ellas a alguno de sus parientes o por ver en la pantalla alguno de aquellos decorados que había tenido la oportunidad de pisar alguna vez. Para todos, Doctor Zhivago fue una experiencia inolvidable, que hoy difícilmente se puede explicar.


Bibliografíahttp://www.filasiete.com/doczhivago.htm y diversas fuentes.

Textos editados según necesidad de explicación.